
Del Este al Cielo
Si yo fuese básica, casi animal, estaría lamiéndome la espina enterrada en mi garra, encogida por la patada en medio del cuerpo y desesperada por calmar la sed entre tanto caos corporal, concentrada en cada respiración que me mantiene viva, en hacerme un ovillo para contrarrestar el frío, percibir el peligro con ese sentido orbital que fallo una vez para evitarme el dolor de la patada, mal lugar, mal momento.
Sucede que no soy básica ni animal, y las espinas y las patadas, existen en dimensiones enormes poco tangibles y mas profundas. Mi sentido orbital también fallo, pobre criatura ahora somos dos, el animalito y yo hechos un ovillo.
Pero amanece porque tiene que amanecer, y me concentro en mi respiración, en el aire frío y fino de la madrugada, en el aroma del café recién colado, en el suspiro de mi hija que duerme entre las sabanas calientes que hace un rato abandone. Llega la luz, porque tiene que llegar, lo quiera o no. Me visto porque me tengo que vestir y salgo porque tengo que salir y una vez afuera el mundo me arropa, me saluda, me envuelve, transito la ciudad atravesándola con mi línea invisible de todos los días, se me unen rostros desconocidos pero valientes, cruzan las aceras, pasan en sus carros, en sus motos, abren negocios, esperan el autobús, sale el sol porque tiene que salir, lo hace siempre aunque yo no pueda verlo porque esta gris, primero intensifica los colores, verdes opacos se vuelven desbordantes, los azules se profundizan y brillan, los grises adquieren destellos, los blancos se acolchan arremolinados, los morados, los rojos ,los anaranjados, los amarillos, se abren, se estiran, lo saludan.
Llego a mi destino, el cielo, mas alta, mas ligera, mas tranquila, me siento en la silla porque tengo que sentarme, abro mis papeles porque tengo que abrirlos, y además porque pertenezco, soy, estoy, el mundo gira de forma mágica, se mantiene igual, exacto perfecto y al mismo tiempo gesta cambios enormes, perfectos, a cada instante le da igual que una ruede por el mismo asfalto y encuentre la manera como esquivar el mismo hueco.
Y esta bien que suceda así. Para que me tome solo un momento, reponerme de las espinas, de las patadas, del miedo.
Del este, siempre llego al Cielo.
Silvia.
7 comments:
Hay dolores tan profundos que nos regresan a nuestro origen más básico, somos simples mamíferos. Sin embargo la gama de dolores que nos es posible sentir va más allá de el dolor físico. A veces quisiera que todos los dolores el alma pudieran mostrarse en el cuerpo, estoy segura que muchas personas se pasean por nuestro lado llenas de cicatrices invisibles.
El dolor de ahora tiene que tener algún sentido recuerda "el plan infinito" de Isabel Allende, donde cada acontecimiento encaja como una pieza en una máquina.
Cariños.
Hay dolores tan profundos que nos regresan a nuestro origen más básico, somos simples mamíferos. Sin embargo la gama de dolores que nos es posible sentir va más allá de el dolor físico. A veces quisiera que todos los dolores el alma pudieran mostrarse en el cuerpo, estoy segura que muchas personas se pasean por nuestro lado llenas de cicatrices invisibles.
El dolor de ahora tiene que tener algún sentido recuerda "el plan infinito" de Isabel Allende, donde cada acontecimiento encaja como una pieza en una máquina.
Cariños.
Hay dolores tan profundos que nos regresan a nuestro origen más básico, somos simples mamíferos. Sin embargo la gama de dolores que nos es posible sentir va más allá de el dolor físico. A veces quisiera que todos los dolores el alma pudieran mostrarse en el cuerpo, estoy segura que muchas personas se pasean por nuestro lado llenas de cicatrices invisibles.
El dolor de ahora tiene que tener algún sentido recuerda "el plan infinito" de Isabel Allende, donde cada acontecimiento encaja como una pieza en una máquina.
Cariños.
Hay dolores tan profundos que nos regresan a nuestro origen más básico, somos simples mamíferos. Sin embargo la gama de dolores que nos es posible sentir va más allá de el dolor físico. A veces quisiera que todos los dolores el alma pudieran mostrarse en el cuerpo, estoy segura que muchas personas se pasean por nuestro lado llenas de cicatrices invisibles.
El dolor de ahora tiene que tener algún sentido recuerda "el plan infinito" de Isabel Allende, donde cada acontecimiento encaja como una pieza en una máquina.
Cariños.
Hola Silvia! He venido a desearte una feliz navidad y muchísima paz en el 2007. Es mi deso de todo corazón para ti. Saludos!!
oh, silvia, disculpa, no sé como se marcaron 4 comentarios de los míos.... es que esto del betta blogger me hizo trampa.
Bueno, yo pasaba para desearte una feliz navidad junto a tu hija y a todos tus seres queridos.
un abrazo grande.
Gracias por acordarse de mi en estos dias,he estado algo ocupada con los preparativos de la navidad pero ya hoy me siento mas aliviada.
Romi: tranquila publicar en estos dias se ha convertido en una odisea,el otro dia pase dos dias para dejarle un comentario a Oswaldo.
Besos
Silvia.
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