Thursday, September 07, 2006




Estimado Sr. Luis Fernandez


A veces me da por creer que las cosas entre hombres y mujeres, no son como me enseñaron, como se ven en la calle, como las vivo, entonces leo su libro o sus artículos en la revista y me da por pensar que si, que la cosa como que puede cambiar y que promete mejorar en algún futuro (espero que cercano).


Entonces ocurre algo como lo del fin de semana pasado y no le encuentro explicación, así que decido transmitirlo a cuanta mujer conozco para que se sientan esperanzadas y tomen nota de que el cambio es real y existe, también a algunos hombres se los cuento para que de una buena vez entiendan que es lo que una mujer realmente admira en ellos, y hagan un esfuerzo por emular las acciones de otros, por ultimo se me ocurrió escribirlo para publicarlo en mi blog, pero es de esas cosas que no encaja en nada y que se adapta a todo, así que en un intento de que no se pierda, decido contárselo a usted.


El sábado de puente decido tomar un autobús, de esos ejecutivos, rumbo a Valencia, primera vez en esas peripecias así que llego al terminal con tiempo suficiente para escuchar que viajaremos con un retraso de quince minutos (si el asunto es como en los aeropuertos pero solo del lado de Caracas). Al fin nos llaman para abordar la unidad, hacemos una cola relativamente pequeña rodeadas, mi hija y yo, de gente amable y servicial, nos indican donde están nuestros asientos, en la parte delantera del autobús, no terminamos de sentarnos que dos chicas de lo mas risueñas se sientan delante, bajan los asientos y se ponen a conversar, en eso sube un chico como de unos diecinueve, vestido con jeans y una chaqueta color beige, viene detrás de dos señoras que ocupan sus puestos mas adelante, el chico en cuestión se para en el pasillo y en un tono cordial le dice a una de las chicas que ese es su numero de asiento, ella le responde con una risa coqueta que se lo cambio a un señor para viajar con su amiga, mi personaje le dice que ese es su asiento, sin perder la calma, ni arrugar el ceño, sin miradas acusadoras o asesinas, sin sonrisas bobaliconas, tampoco cede ante los intentos de la chica por dejar todo así con cuatro gestos coquetos por delante, no le queda a ella mas remedio que salir en busca del dueño del puesto y a el muchacho que a partir de ese momento lo bautice de héroe quedarse de pie hasta que ella regresa y le informa que el asiento que le cambiaron es el del frente, como me lo espere se ofreció para ser el quien lo ocupara, así ellas podían ir juntas, nada mas sentarse en su nuevo asiento, la chica que tenia a su lado comenzó a pelear con el dispositivo que recuesta la silla, tanto hizo que el muchacho se ofreció a arreglarlo , pidiéndole que se levantara para tener espacio suficiente para maniobrar, después de tres intentos el mecanismo no cede, en lugar de caerle a patadas o forzarlo como seguramente hubiesen echo varios del genero masculino que yo conozco, le dijo que le diera un momento y fue a buscar ayuda con el chofer del autobús, que no pudo tampoco solucionarlo y le cambio el asiento a la chica. El héroe se sentó, se recostó en el asiento y se quedo dormido un rato, estaría agotado.

Así son los héroes modernos, los que le gustan a las mujeres inteligentes. Viriles y al mismo tiempo relajados, cómodos consigo mismos y con el mundo, ni atacones ni babosos, solo héroes, cuando llegamos a nuestro destino se lo conté a mi cuñada, entre tanto mi hija escuchaba, de pronto me interrumpe y le dice a su tía: demasiado bello. Que bueno pensé que entienda desde pequeña que la belleza de una persona es el conjunto de su imagen y de sus acciones aun cuando nadie que le interese le este viendo en ese momento...

1 comment:

rominita said...

Hola amiga:
LAS CRONICAS DE NARNIA SON LOS LIBROS MÁS MARAVILLOSOS QUE EXISTEN, son tán faciles de leer y tan entretenidos... si vivieras más cerca te prestaba los míos porque tengo los 7...me costó muchisimo juntarlos porque los leía cuando era niña (mucho antes de que saliera la película y, por ende, los libros se encontraran en varias partes). Un dato es que todos los libros de C.S Lewis tienen una alegoría religiosa (cristiana).
Bueno, me despido y espero que algún día te encuentres con algo de Meg Cabot porque estoy segura que pasarás un buen momento.
cariños