Thursday, February 23, 2006








CARTA PARA UN CONCURSO




¿Cómo pude?

¿Cómo pude amarte tanto y no saber ni que libros leías?.Se me ocurre que no era para tanto, claro que reconocerlo ahora es más fácil que entonces. Hablabas sin parar de todo lo que me faltaba ser, de lo que me faltaba por vivir, por leer, por amar, por llorar, siete peldaños mas arriba que yo te concedieron el derecho de hablarme así, sin decirme nada en concreto. Me tenias impresionada, atrapada en tu red, asombrada del asombro e incapaz de ver claramente, perdida entre las brumas de un sentimiento, que ahora sé no era tal, ¿cómo iba a serlo, cariño? Si carecía de sustancia y solo se alimentaba con lo que yo quería que fueses, un poco héroe, un poco salvador, un poco de lo que me faltaba, un todo tan absoluto que deje de ver hacia los lados, que desdeñé otras almas, pálidas, ante la comparación sistemática a la que las sometía, ¿Quién le gana a un sueño? ¿Quién se atreve a intentarlo siquiera? ¿Quién, amor, podía alcanzar la perfección, si no se la inventaba yo misma?.
Ahora tarde, diecinueve años después decido empuñar el lápiz, decido darle luz verde ha todo lo que he encerrado en un tal vez y lo primero que cruza frente a mí antes de escribir eres tú, tú y esa pregunta que encabeza esta misiva, tú y este vació de ideas que me dejas plantadas sin ningún sentido practico. Busco entre los recuerdos, busco el nombre de algún libro que te gustara, que hicieras un comentario, el de un autor quizás y no encuentro nada, solo fragmentos de mis propias lecturas, solo mis propios gustos y los desaires que sufrían ante tus ojos, los subrayabas de superficiales sin darme ninguna idea de lo que podía ser la profundidad, cansada te invente un Borges y uno que otro autor Ruso alrededor, le di color a tu aura, me empequeñecí como cualquier mujer enamorada lo hace para que te vieras mas alto, me fui olvidando de mi lápiz, caí en el abismo de lo que no querías decir, gastaba las horas en descifrarte entero, sin la conciencia de lo poco que había que descifrar.
Me quede en Caracas para verte partir, para anudarme a tu fantasma y acumular cientos de poemas, hoy inútiles, con la palabra ciudad incluida en todos ellos, puse limites entre tu recuerdo y mi persona solo para romperlos mas tarde, presa de una rabia incontenible que me llevaba hasta las lagrimas.
"Escribe ficción" dijiste un día y en la ruleta de tus palabras, el azar quiso que no lo olvidara. Ficción, Ficción, repetía en una suerte de conjuro para que la inspiración llegara y las historias fluyeran como ríos en tinta azul, ¿Ficción? En mis peores pesadillas lidiaba con seres de otro mundo teñidos de verde avanzados en tecnología y pensamiento hasta donde la imaginación no me alcanzaba, había unido la palabra ciencia con la palabra ficción, empaque en la maleta que té tenia el gusto por las novelas futuristas _ que nunca mencionaste por cierto_ y una vez que te fuiste fui tejiendo puentes con un genero al que no le llego ni en sueños, apostando a que si escribo sobre eso tu me leerías de inmediato, me reconocerías en las palabras, me dibujarías entre la marea de letras, captarías con tan solo abrir la tapa del libro la esencia de todos mis pensamientos y quedarías atrapado en la dedicatoria incógnita que por años le agrego a todos mis fallidos intentos de prosa: "Indiscutiblemente a ti", sabrías en ese preciso instante si es que antes no puedes darte cuenta que esta escrito para ti.
Hoy quiero liberarte y de paso liberarme, por muy romántico que suene, que parezca, ya te he inventado tanto que no te distingo, no sé quien fuiste ni que viniste a hacer en mi vida, no sé quien eres en realidad, si me cruzo contigo en una calle es probable que no te reconozca, ni tu a mi, desde luego, juego con la idea absurda de que mi corazón y solo el te
Reconocería de inmediato aun sin rostro, pero ambos sabemos ahora que esto no es cierto
En la tarde busque "Ficción" en el diccionario, y decía "invención poética", retome algo que debí hacer hace años, "nunca es tarde" fue la frase que me tomo por asalto frente a la biblioteca, para algunas cosas si, pensé, consciente de los años que he dejado pasar por esperarte, por volverte a encontrar, entonces todo depende de lo que se quiera hacer, descubrí que es de lo que deseo: escribir, pero en una versión más amplia que la que me diste, esto se asemeja a abrir las ventanas de una habitación y dejar entrar la luz, es un ejercicio de claridad, un punto y seguido, una reflexión que vuelve a orientarme hacia el camino que quiero seguir. Esta vez regresaste ( ¿o te traje yo?) Para acentuar este nuevo orden, para ayudarme a acorralar mis angustias hasta hacerlas desaparecer, por lo menos esta vez tu incursión por mi vida _ o la incursión de tu recuerdo_ no va ser inútil, no todo el mundo lee libros, estarás pensando, eso ya lo sé, ese fue el hilo por donde desenrolle esta madeja, donde te conseguí, después de tantos años, acechándome a la sombra de unos pocos recuerdos, en la esquina de los besos, en las tres calles que recorrimos juntos alguna vez, ya no me pregunto donde estas, ni siquiera si regresaras algún día, ya la palabra ciudad ha dejado de pertenecerte igual que mi lápiz, ahora son míos, hoy ya ni me pregunto ¿Cómo pude?.

Yo, despistando a los miedos, en Caracas a los 19 días del mes de Octubre.

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