Quiero vivir en un libro…

Quiero vivir en un libro y leer sobre correas de carros que chillan, huelen a caucho quemado, se pelan en un lugar indicado y finalmente se rompen en una secuencia de errores dejando al personaje principal varado en el estacionamiento de su casa…desastre que contrarresta usando el servicio publico de transporte y salva un día (o eso cree). Amanece y se vale de miles de acciones totalmente estériles que no lo dejan tomar las propias para resolver el problema, esto incluye poca información sobre la materia, baja señal prestada de Internet, porque la paga definitivamente es otro capitulo de la historia que se basa en como la vida moderna y despreocupada le pone los pelos de punta cuando varias cosas deciden dañarse al mismo tiempo…se le añade el genero, que parece algo sin importancia pero la tiene definitivamente si el personaje es hombre o mujer…si es otro o soy yo.

Divago un poco… en realidad más que divagar camino. Salgo a la calle y bajo el cielo azul celeste perfecto de está fría tarde de sábado camino por las calles casi desiertas, me cruzo con un heladero que pelea con otro de esquina a esquina y me dice algo cuando me acercó, no le entiendo y sigo, me encuentro a Hugo un poco mas allá fajado en su tarea diaria quejándose de buen humor, único mortal que conozco poseedor de ese don…camino a donde me llevan los pasos y la idea nace al cruzar una calle... Y si pudiera vivir en un libro en realidad cual escogería? Si, algo muy parecido a Inkheart (Corazón de Tinta) donde una persona real tienen el poder de convertirse en personajes de libros…

…Se me ocurren tantos, podría ser todos, voy a mi pedacito particular de biblioteca y escojo:

Sería Sofía de “Una ola tras otra” (Eli Bravo)… porque cree en los tiempos perfectos del amor, en los encuentros, porque me gusta Andrés y su velero y su viaje…además siempre está el recuerdo de esa palmera meciéndose a mi lado…

Sería Eliza de “La Hija de la Fortuna” (Isabel Allende) decidía a cruzar el mundo desde Valparaíso hasta California en busca del que creía era su verdadero amor: Joaquín Murieta, de la mano de su amigo Tao Chi'en, (Quien si es su verdadero Amor pero no lo descubre hasta que llega “La hija de la Fortuna”…no se si se puede saltar de un libro a otro… o si las reglas las pongo yo!)

Sería la Niña Mala e “Travesuras de una niña mala” (Vargas Llosa), que tiene tantos nombres en el libro que despista…lo seria solo por algunos momentos y en general porque me gustan los niños buenos como el del libro.

Seria Mariko de “Shogun” (James clavel) y mientras di vueltas las páginas amarillentas recordando la historia de amor, y los paisajes de Japón, saltó en la pagina 388, una nota sobre un papel blanco con manchas amarillas y tinta roja:

“Los castillos en el aire resultan hasta que uno trata de mudarse a ellos”

¿Quien me escribiría esa nota sin firma?, era un consejo?, una frase de una canción?…poco a poco queda atrás mi afán de buscar historias en libros que me gustaría vivir…me resulta curioso la palabra “Mudarse” la nota lo ocupa todo, la guardo cuidadosamente en donde la encontré…¿Cuántos años hace que está allí?

Divago…

*Silvia*