Saturday, September 15, 2007


Felix, La Cola del Huracán


Avanzamos por la carretera recogiendo recuerdos, parecían sembrados sin orden cronológico. “ Esta recta me recuerda a la Tía Marisol, pasando carros en plena cola, ¿Te acuerdas?”, “No”, “Claro que no seguro ibas atrás vomitando”.” Era cuando íbamos a Playa Pintada” “Que dices estamos lejisimos de ese lugar, ya lo pasamos” Ni siquiera me dio un poquito de remordimiento ser tan despistada, él sabe y yo también que la brújula me funciona cuando hace falta de resto vivo flotando. Nos sorprendió una garúa leve, el sol se escondió y las nubes se tornaron de un gris tenue resplandeciente a los lados del camino, de frente y a futuro el cielo ennegreció al instante.
" Vamos a la tormenta” dije distraída antes del primer flash de luz seguido por un estruendoso trueno, “Fantástico, Relámpagos y Truenos” comente con cierto orgullo de poder soportar los dos fenómenos naturales sin temblar como una hoja ni buscar instintivamente esconderme, él no me contesto pero encendió sus alarmas, un rayo cruzo el cielo, con su dibujo eléctrico garabateado y perfecto. Él me miro por el rabillo del ojo.
“Ya lo supere_ añadí_ pero una vez en Miami, en esa ciudad sin montañas, me quede en el carro encerrada encogida en el piso hasta que la tormenta termino”, sus alarmas pasaron a la fase roja. “ Es imposible que caiga un rayo” acertó a decir mientras el segundo nos iluminaba después del relámpago a la derecha, volví a Belvedere en cuestión de segundos, mi abuela cruzaba la habitación para apagar el televisor y la plancha con una sola mano y apartarme de las ventanas con la otra, entre tanto un rugido de trueno estremecían los adornos de la mesita. “ Ya lo se_ le conteste para demostrar que no soy tan tonta _ ves esos árboles, mientras ellos estén sobre nosotros no pasa nada”. Y justo cuando termine de decirlo un tercer rayo toco tierra tan cerca que pude ver un destello rojo al final. “ ¿Vistes esa luz roja?”, “No lo vi, de todas formas dentro del carro no pasa nada,_ comenzó a decirme mientras trataba de medir la intensidad de mi miedo_ los cauchos que son de goma nos aíslan y nos protegen, igual que con la electricidad, y los zapatos de goma ” Otra vez mi abuela y esa nevera antigua que daba corriente en la manilla, con o sin zapatos, Él intento algo más, mientras milagrosamente entre charcos que cubrían la vía y ríos de barro en las calles paralelas fuimos dejando atrás la tormenta aunque seguimos envueltos todavía en una fina cortina de agua “ Si, es más, si nos cae un cable a alta tensión en el techo, no nos pasa nada porque no estamos haciendo tierra y los cauchos nos aíslan siempre y cuando no se nos ocurra salir del carro” Se me antojo algo fantástica la teoría, hasta me hizo reír.
“ La condición es no salir” “No puedes salir hasta que no vengan los bomberos y retiren el cable o corten la electricidad”, “ Y que nada mas nos quedamos dentro, ¿podemos tocar las puertas?¿O la carrocería? ¿Nos encogemos en el asiento? ¿Y los pies?”, “ A tanto no llego” Contesto él, contra mi lluvia de preguntas curiosas como si el hubiese estado en esa situación o fuese bombero de rescate, “ ¿Y...” dije abriendo otra pregunta, pero su mirada me indico que la paciencia de los hermanos tiene su limite y de todas formas la teoría ya había dado resultado, entrábamos a Barcelona y los nubarrones negros estaban atrás.


Silvia.

9 comments:

Unknown said...

Pues que mas, al mal tiempo buena cara, tomalo con soda, aunque es tremendo cuento, muy entretenido y vivimos la narracion, mientras tanto, echale un vistazo a este aviso de ultima hora:ATEEEENTOSSS - TODOS LO ESPERABAN - AHORA LA GUARIDA LO REVELA TODO - LOS MACACACOS SE DESCUBREN A LAS CAMARAS....TE ESPERAMOS CARA A CARA... Y QUE EL JEFE NOS AGARRE CONFESAOS.. gracias..

esteban lob said...

Chile es un país que desconoce huracanes, ciclones y calamidades similares.
Pero no crean que es como estar en el paraíso, porque a falta de las calamidades mencionadas, tenemos desde temblores leves de tierra... hasta terremotos grado 9... y esos, contrariamente a huracanes y ciclones, no avisan.

Un abrazo, Silvia.

Silvia said...

Guarida: claro que los visito con gusto, procurare dejar un comentario para que se enteren de que pase...


Esteban: Los huracanes de aqui son pura bulla, lo que llegan (gracias a Dios) son las colas, claro que se inunda todo aveces por la cantidad de precipitaciones pero la mayoria por deficiencias de drenaje de las aguas, no me acostumbraria a vivir con temblores tendria el alma en vilo y solo pienso en el perro azul de vidrio quie me dejo mi abuela, lo tendria guardado entre almohadones, algodones Ay!Igual me encantaria conocer Chile, por lo menos de visita...

Cariños

Silvia

rominita said...

Hola amiga: Me uno al comentario de Esteban, acá tenemos temblores de lo más seguidos, yo nunca he estado en un terremoto, pero mi mamá y mi papá han estado en tres.
Debe ser por eso que yo no le temo a los temblores, cuando la tierra se mueve bajo mis pies, yo no me molesto en dejar mis quehaceres, no apago la tele, no corro a ocultarme bajo una mesa o el marco de una ventana, solo recuerdo haber corrido una vez en un temblor, para sujetar un aparador de vidrio de mi hermana que corría peligro de venirse abajo.
Ahora tu historia es precisa, nada mejor que una leve castrofe natural para remover todos los recuerdos y movilizar al espíritu.
¿Será verdad que con quedarse en el auto basta para no morir electrocutado?.
Si vienes a Chilito date un vuelta por la quinta región, queda cerquita de la capital, ahí yo te llevo a conocer las playas, la casa de Neruda, el valparaíso patrimonial y hasta al "indio pícaro" que no es más que una figura de un indio que al levantar caen sus pantalones y te llevas TAMAÑA sorpresa jajaja, creo que es una artesanía típica de Chile.
CARIÑOS

Silvia said...

Gracias Romi, si voy te aviso y me llevas a conocer todos esos sitios, Valparaiso seria sin duda uno de mis destinos y ni se diga de la casa de Neruda, en estos dias voy a comenzar a leer "Confieso que he vivido", ya termine el de Isabel estoy en pleno proceso de digerirlo, es decir sacar en limpio todo lo que me guardo de lo que lei, esta buenisimo, no te lo pierdas!!

Cariños

Silvia.

Saucisse said...

Una vez fui a margarita de vacaciones con mi mamá y mi hermana y nos llovió durante 5 días consecutivos (supongo que sería por culpa de un huracán en el mar caribe) pero en aquella época creímos que era el segundo diluvio universal... Así que salimos corriendo p'a Caracas al sexto día. Fueron las vacaciones mas húmedas que he pasado.

Silvia said...

Que mala experencia Saucisse! a mi solo me llovio dos días, el del relato y un sabado...el resto pleno soooolll!!

Gracias por la visita

Cariños

Silvia.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Silvia! A mi las tormentas me sobrecogen, me hacen pensar en mi pasado, en mis amigos que ya no estan, me entristecen bastante. Es la furia de la naturaleza, es lo que nos hace pensar que no somos nada dentro del Universo. Las tormentas me ponen "Blue". Un beso Silvia, TQM!

Silvia said...

Gracias por pasar por aqui Oswaldo.

Cariños

Silvia