
LA ISLA
Faltan unas cuantas horas para que comiencen mis días de vacaciones, no parece ser el
mejor momento laboral, todo está en transición y sin embargo siento que puedo dejar todo organizado. Me merezco estos días.
Ya puedo sentir la arena entre los dedos de mis pies y de frente azul y ancho Él, esperándome como un amante ( de los de antes porque hace tanto que no le veo) incansable durante todos estos años. Él, mi complemento, el elemento del que estoy hecha, el que arrulla mi alma a su ritmo, el depositario de mis sentimientos, de mis preocupaciones, de mis anhelos, de mis sueños, la cuenta sin borrones allí inmenso para mi.
Cierro los ojos anticipando nuestro encuentro, mezcla de ansiedad, expectativa, miedo; Conjuro planes, elaboro listas, me distraigo preocupada por mi cintura y combato la palidez de mi piel comiendo zanahorias, lo escucho murmurándome en el recuerdo entre regañón y divertido “ ¿Necesitas de eso Silvia? ¿Necesitas de esas preocupaciones?” Para nada le respondo, mientras la mitad de la población femenina piensa en contestar la pregunta de la nueva publicidad del champú yo ya me se la respuesta, desde niña ¿Dónde brillas más? ¡Cerca del mar! Y no tiene nada que ver con el tamaño que tenga mi cintura, ni con que solo vista un bikini, ni que el calor propicie, es mas bien la sensación de estar en casa, de pertenecer. (¡Y eso que no nado!).
La isla también me espera en otro plan, con sus playas encantadas, con esas imágenes que a través de los viajes se me han quedado gravadas en el corazón, me voy encantada con mi lápiz y mi papel. ¿Cuántas historias sobre la arena?¿y bajo el mar? No puedo dejar de pensar en Alfonsina y su trágico final.
La inspiración está alborotada, acompañada de suspiros no ve la hora de llegar, Silvita también, casi puedo verla suplicando que empaque sus tobos y palitas para jugar en la arena, con ideas de construir castillos donde se pueda entrar ¿A estas Alturas? Escucho la protesta de una chica desgreñada que lo que quiere es estar al sol todo el día, con potingues de aceite de bebe mezclado con yodo, y todo lo que se le ocurra para broncearse. _¿Achicharrase? Nada de eso, dice alegre la Señora de las casi cuatro décadas recordándole a la desgreñada aquella vez cuando se quedo dormida al sol y después no podía sentarse, son muchos días habrá que llevar protector, y yo le hago caso porque ella sabe todo lo que las otras dos ignoran.
Tengo planes de visitar esto y aquello, pero en la maleta le hago sitio a la improvisación, ¿cómo son los días sin horario? Tendré que hacer el esfuerzo de ir reacordándolos o mejor aún de ir inventándolos...
Silvia
7 comments:
tranquila, la Isla no se va a ir, te recibira con los brazos abiertos,por lo pronto pasen a La Guarida que se prendio la Super rumba, asi que preparense a pulir la evilla..
que perfecto amiga!!!!, vacaciones cerca del mar, de solo pensar en el sonido de las olas y su eterno vaiven, me siento relajada.
Olor a mar!!!!, ese aroma humedo y salado....
Vas de regreso a casa, traete otro lugar a donde poder invitarme a escapar del estres. memorizalo entero, incorporalo todo.
DESCANSA!!!
Pues...que sean felices vacaciones, amiga.
Acá en Santiago de Chile, con frío... con smog...con naríz tapada...con bufanda... con abrigo...con garganta irritada...(puff, ándate invierno)... no me imagino mar cálido, arenas blancas, calor tropical.
¡Que los goces¡
Cariños.
Hola querida Silvia! Disfrútalo, vívelo. Miles de historias construirás cada día. El mar es un gran amigo, cómo nos beneficia, como nos arrulla, cómo nos trata de bien. Abre tus brazos y recibe toda la buena vibra que mereces. Un beso y a la espera...
Te podemos encargar unas empanadas de cazon y un sombrerito de la aislaaaa?, de todas formas te esperamos para que pases a formas parte del simposio: "Cuando el mono grita, piedras trae".
Ahora que sé que volviste, quería comentarte que ayer recién me enteré que Isabel Allende tiene nuevo libro se llama "la suma de los días" y parece buenisimo!!!!
cariños y bienvenida!!!!
Laisla es lo más beeeeello de Venezuela.
Post a Comment